No te limites solo a las métricas de los test.
La experimentación y la optimización son efectivas cuando se integran dentro de una estrategia global que tiene en cuenta una visión 360 del negocio y usuario.
Alinea la estrategia de experimentos con los objetivos del negocio.
Cada test debe contribuir a un objetivo amplio, como mejorar la satisfacción del cliente, aumentar el valor de vida del cliente (CLV), o impulsar el crecimiento del negocio.
Considera y evalúa cómo influye en la experiencia del usuario.
La optimización no debe centrarse solo en métricas, sino también en cómo se siente y percibe el usuario tu marca y productos.
Complementa los datos cuantitativos de tus test con feedback cualitativo.
Las encuestas, entrevistas y pruebas de usabilidad pueden ofrecer insights sobre por qué los usuarios se comportan de determinada manera.
Analiza los resultados de los test teniendo en cuenta si los datos obtenidos pueden estar influidos por de tendencias del sector, nuevo comportamiento del cliente, etc.
No te límites a optimizar lo existente. Utiliza la experimentación como herramienta y explorar nuevas oportunidades. Cada test, ya sea exitoso o no, es un nuevo aprendizaje. Utiliza estos aprendizajes para mejorar la estrategia global.
Colabora codo con codo, con otros equipos y departamentos.
La experimentación y CRO deben estar integradas con otras áreas como marketing, ventas, desarrollo de productos y servicio al cliente.
Comparte los resultados y aprendizajes de tus test con el resto de equipos. Esto ayuda a garantizar que todos en la organización entiendan y apoyen la estrategia de CRO.
Está claro que las métricas de los test son importantes, pero deben ser consideradas como parte de una estrategia más amplia que busca mejorar continuamente la experiencia del cliente, alinear con los objetivos de negocio y fomentar un crecimiento continuo.