Reenfocar un test A/B que no ha conseguido los resultados esperados es una parte fundamental del proceso de optimización.
Como abordar la situación.
▶ Analiza los datos con calma.
Comienza por revisar y analizar cuidadosamente todos los datos recopilados durante el test A/B.
Esto incluye métricas como tasas de clics, tasas de conversión, tiempo en página y cualquier otro dato relevante.
Asegúrate de que los datos sean significativos y confiables, y ten en cuenta el tamaño de la muestra.
▶ Entender el contexto.
Investiga el contexto en el que se realizó el test A/B.
Pregúntate si hubo factores externos que pudieran haber influido en los resultados, como eventos estacionales, cambios en el mercado o modificaciones en la estrategia de marketing.
▶ Identifica puntos de posibles fracasos.
Identifica los elementos específicos que no funcionaron como se esperaba.
Esto podría incluir cambios en el diseño, el contenido, el llamado a la acción o cualquier otro aspecto que se haya modificado en el test A/B.
▶ Hipótesis y soluciones alternativas.
Genera hipótesis sobre por qué los cambios no funcionaron como se esperaba.
¿Fue un problema de diseño, una falta de claridad en el mensaje, o cualquier otra de los cambios realizados?
Propón soluciones alternativas de nuevo basadas en estas nuevas hipótesis.
▶ Realiza pruebas incrementales.
En lugar de realizar cambios drásticos, considera realizar pruebas incrementales.
Esto implica realizar cambios pequeños y medibles, y observar cómo afectan las tasas de conversión.
A lo largo del tiempo, estas pequeñas mejoras pueden acumularse.
La paciencia y la persistencia son clave para mejorar constantemente la efectividad de nuestro activo digital.